Salud

Novedades en el cuidado del síndrome de Down

El 8 de noviembre del 2018

De Down Syndrome World caso 3 2018

George T. Capone es uno de los autores principales de la Medical CareGuidelinesforAdultswith Down Syndrome (guía para el cuidado médico de adultos con síndrome de Down). Actualmente, Capone continúa con su trabajo sobre la mejora del cuidado médico probado para las personas con síndrome de Down.

El doctor en medicina George T. Capone ha pasado los últimos 30 años especializándose en el tratamiento e intervenciones documentados y de calidad para las personas con síndrome de Down. Como investigador científico, director del Instituto Kennedy Krieger de síndrome de Down y del centro de investigación (DSCRC por sus siglas en inglés), y profesor asociado de pediatría en la facultadde medicina de la Universidad de Johns Hopkins; ha visto más de 2500 pacientes cuyo rango de edad varía desde la infancia hasta la tercera edad. El Dr. Capone contribuye desde los años 1980 a la mejora del cuidado de los adultos con síndrome de Down.

Gracias a su amplio conocimiento, experiencia y pasión; Capone fue elegido para unirse al grupo de médicos e investigadores que se encargan de actualizar la guía para el cuidado médico de adultos con síndrome de Down, un proyecto que surge de la mano de la Global Down SyndromeFoundation.

Defensor de la investigación traslacional

La trayectoria de Capone en el tratamiento de la guía para el cuidado médico de adultos con síndrome de Down comienza en 1988 cuando crea un grupo de neurobiología en la facultadde medicina de la Universidad de Johns Hopkins. En ese momento los investigadores de la Johns Hopkins, incluyendo su mentor, Joseph T. Coyle (doctor en medicina), estaban llevando a cabo un estudio innovador en el campo de la genética que conectaba el síndrome de Down con el Alzheimer. Uno de los proyectos que presenció en el laboratorio del Dr. Coyle fue una investigación que utilizaba ratones con trisomía 16 para estudiar el impacto de las tres copias del cromosoma 21 (la característica específica del síndrome de Down) en los principios del Alzheimer. Este fueuno de los primeros estudios en la materia.

Su estancia en el laboratorio de Coyle incrementó el interés de Capone en la aplicación directa del estudio sobre la salud y el bienestar de los pacientes con síndrome de Down. Se unió al Instituto Kennedy Krieger a principios de los años 1990 donde descubrió que el DSCRC proporcionaba la oportunidad para desarrollar  hipótesis y vías de investigación sobre la base neurobiológica y neuroconductual del deterioro cognitivo asociado al síndrome de Down. La diversidad clínica del grupo permite la «investigación clínica centrada en la persona y enfocada en las condiciones de salud médicas y mentales que vemos a diario». El estudio, además de beneficiar a pacientes con síndrome de Down, beneficia también a personas con enfermedades correlacionadas con este síndrome, como el Alzheimer, la apnea del sueño y algunas enfermedades cardíacas.

El DSCRC, encabezado por Capone, ha realizado varias investigaciones de diferentes tipos que incluyen el espectro del autismo y la deficiencia de atención o hiperactividad. Estos estudios han ayudado a caracterizar el autismo en los niños con síndrome de Down, perfiles del desarrollo y neuroconductuales poco comunes en niños y adolescentes,así como el retraso en el desarrollo en personasde todos las edadesque poseen el síndrome.

Además, ha dirigido varios ensayos farmacológicos de medicamentos para la mejora de la memoria y la cognición tanto en niños como en adultos. En estos se incluyen la risperidona, guanfacina y rivastigmina.

La ciencia es fascinante y las condiciones médicas asociadas, complejas y sorprendentes. Las familias con las que trabajo son encantadoras. Siempre me quedo sorprendido con los niños y adultos con los que interactúo» afirma Capone.

En la creación de nuevas vías para el cuidado médico de los adultos

Capone está de acuerdo conque un mayor conocimiento e implicación por parte de los padres y los profesionales de la salud, el establecimiento de clínicas especializadas como EL DSCRC y los avances en el cuidado médico y quirúrgico de los niños, ha ayudado a progresar en cuanto al cuidado de las personas con síndrome de Down. Aun así, a pesar de las contribuciones, es necesario investigar más en este campo para poder mejorar la calidad de vida de estas personas.

Es necesario entender el origen patogenético y los factores de riesgo asociados a ciertas condiciones médicas, así como qué tipo de tratamientos y estrategias de prevención son los más beneficiosos para los pacientes. También es necesaria una mejor organización de la información para mejorar la toma de decisiones clínica, el conocimiento del paciente y del cuidador, y la calidad de vida» explica Capone.

La guía para el cuidado médico de adultos con síndrome de Down permitirá mejorar la toma de decisiones clínicas y los resultados sanitarios. Las guías actuales disponibles para adultos con síndrome de Down datan del 2001 ya no se adaptan al hecho de que la esperanza de vida en estas personas ha sobrepasado el doble de edad desde los años 1980. A medida que aumenta la esperanza de vida de los adultos con síndrome de Down, estos requieren cuidados específicos para su edad y los factores de riesgo que conlleva.

Muchos médicos que se encargan de los adultos no tienen una formación adecuada para tratar las necesidades de las personas con condiciones genéticas y neuroconductuales especiales. Las condiciones médicas que experimentan los adultos pueden parecer sobrecogedoras y fuera del alcance para muchos médicos, pero con la formacióny los recursos adecuados podemos formar a los proveedores de atención primaria y otros cuidadores para que puedan realizar su trabajo cuidado para adultos con seguridad dice Capone.

La creación de nuevas guías pondrá de manifiesto lo poco que sabemos sobre las “mejores prácticas” cuando se trata de un adulto con síndrome de Down que envejece y que sufre de condiciones médicas crónicas. Espero que esto genere mayor interés y más investigación enel, a menudo olvidado, campo de la investigación clínica.

Para saber más sobre el cuidado de adultos con síndrome de Down visita globaldownsyndrome.org/our-story/linda-crnic-institute.

 

Este artículo La importancia del sistema inmune en las personas con síndrome de Down, fue escrito y publicado por la galardonada revista Down Syndrome World ™, una publicación de la Fundación Mundial del síndrome de Down. Traducción al español dentro del proyecto  para la traducción gratuita de páginas web y documentos para ONG y asociaciones sin ánimo de lucro. Proyecto dirigido por Mondo Agit. Traductora: Candela Gómez Sancecilio. Revisora: Gema García Crespo.

 

 

 

 

La importancia del sistema inmune en las personas con síndrome de Down

El 8 de noviembre de 2018

 

De Down SyndromeWorld caso 3 2018

La interrogante de cómo una copia extra del cromosoma 21 conduce a las características clínicas y del desarrollo del síndrome de Down ha sido objeto de muchas investigaciones desde el año 1958. En este año Jérôme Lejeune observó la presencia de una trisomía en el cromosoma 21 en las personas con síndrome de Down. Sin embargo, todavía no existe respuesta.

Los estudios del Instituto Linda Crnicpara el estudio del síndrome de Down señalan que la desregulación del sistema inmune es el mecanismo por el cual el cromosoma extra causa esta condición multiorgánica y multisistémica. La importancia de este descubrimiento es fundamental, ya que no solo aporta una nueva concepción que servirá para futuras investigaciones, sino que también abre nuevas vías para el desarrollo de un nuevo diagnóstico y una mejora de las medidas terapéuticas para las personas con síndrome de Down. De los más de 20 000 genes codificados en el genoma humano, el cromosoma 21 posee menos de 300; el número más bajo de todos los cromosomas del ser humano. Aunque los científicos están de acuerdo que el síndrome de Down es una «condición poligénica», es decir, que está causado por el incremento de actividad de varios genes (no solo de uno), también coinciden en que no todos los genes del cromosoma 21 contribuyen de igual forma a la condición. Si cogemos un grupo de 300 genes aleatorios podemos observar que solo algunos de ellos son genes maestros reguladores de la función celular y orgánica.  Para conocer cuáles de los genes reguladores maestros tienen mayor impacto en la biología humana, los científicos del InstitutoCrnic utilizaron el llamado enfoque de la genómica funcional;el cual mide la actividad de miles de genes de todo el genoma para identificar las redes genéticas que reciben mayor impacto debido a la trisomía 21.

Hiperactividad del sistema inmune

Los primeros resultados del análisis de células de personas con síndrome de Down (Sullivan et al., 2016) revelan que la trisomía 21 activa la red genética conocida como la respuesta del interferón,el cual compone una rama clave del sistema inmunitario encargada de combatir las infecciones virales. Mientras que en las células de las personas que no padecen el síndrome no se generaba ninguna respuesta por parte del interferón, las células de las personas con síndrome de Down parecían estar luchando contra una infección que no existía. Estos resultados señalaron inmediatamente cuatro genes concretos presentes en el cromosoma 21, los receptores del interferón.  Dichos receptoresestán presentes en las células y tejidos para responder a una infección vírica.  Su triplicación podría producir la activación constante de esta rama del sistema inmune.

Los segundos resultados de los análisis de muestras de sangre (Sullivan et al., 2016) revelan signos de autoinflamación crónica en personas con síndrome de Down. De entre aproximadamente 4000 proteínas en la sangre, se han identificado unas 300 que varía su cantidad dependiendo de si se tratade una persona con síndrome de Down o no. Esto señala la constante activación y agotamiento de partes diferentes del sistema inmune, lo cual está ligado a la respuesta de los interferones. Se sabe que la respuesta de los estos desencadena las defensas antivirales pero la hiperactividad del interferón conlleva un posterior debilitamiento de las defensas antibacterianas. Además, los resultados de los análisis muestran un tipo de desregulación inmune específico que está causado por la hiperactividad a largo plazo de los interferones.

Es importante señalar que ambos estudios revelan que existe una gran variación individual en cuanto al grado de activación de los interferones y la autoinflamación. Seguramente ligado a la clara diversidad que existe dentro de este grupo.

Un mayor entendimiento y tratamientos potenciales

Estos resultados han movilizado el Instituto Crnic que busca la respuesta a las cuestiones clave siguientes: ¿Qué síntomas del síndrome de Down pueden explicarse mediante la desregulación inmune? ¿Cuánto influyela triplicación de los receptores del interferón a la desregulación inmune en contraposición a otros genes del cromosoma 21? ¿Cuál es el valor del diagnóstico de medirla desregulación inmune para predecir el riesgo de desarrollar de ciertas enfermedades o condiciones en una misma persona? ¿Cuál es el valor terapéutico de medicamentos que inhiben la respuesta de los interferones y se asocian con el proceso inflamatorio?

Existen varios factores que están generando mucho entusiasmo en la búsqueda de respuesta a estas preguntas. En primer lugar, se sabe que la hiperactividad de la respuesta de los Interferones tiene efectos negativos en el desarrollo humano, como se muestra en el IFN tipo I, un tipo de condición genética que está causado por mutaciones del gen, las cuales propician la activación de los interferones. Comparte muchos síntomas con el síndrome de Down. En segundo lugar, la industria farmacéutica ha desarrollado varios medicamentos que inhiben la respuesta de los interferones, algunos tratan condiciones autoinflamatorias como la artritis reumatoide. Y queactualmente se están probando para tratar las condiciones autoinmunes prevalentes en el síndrome de Down como la alopecia y elvitiligo. Por último, el estudio con ratones con el síndrome por parte de Lenny Maroun, doctorado en el Instituto Crnic, ha demostrado que la  reducir la respuesta dada por los interferones mejora el desarrollo.

En conclusión, el conjunto de estos estudios muestra un gran interés en el estudio del sistema inmune en las personas con síndrome de Down, lo cual conlleva un desarrollo potencial en el diagnóstico y los tratamientos terapéuticos para mejorar el bienestar de las personas con trisomía 21.

Para saber más sobre las investigaciones del Instituto Crnic, visita globaldownsyndrome.org/our-story/linda-crnic-institute.

Bibliografía:

Maroun, L.E., Heffernan, T.N., y Hallam, D.M. Partial IFN-alpha/ beta y IFN-gamma receptor knockout trisomy 16 mouse fetuses show improved growth and cultured neuron viability. Journal of Interferon & Cytokine Research: the Official Journal of the International Society for Interferon and Cytokine Research. 2000; 20, 197–203.

Sullivan, K.D., Evans, D., Pandey, A., Hraha, T.H., Smith, K.P., Markham, N., Rachubinski, A.L., Wolter-Warmerdam, K., Hickey, F., Espinosa, J.M., et al. Trisomy 21 causes changes in the circulating proteome indicative of chronic autoinflammation. Scientific Reports. 2017; 7, 14,818.

Sullivan, K.D., Lewis, H.C., Hill, A.A., Pandey, A., Jackson, L.P., Cabral, J.M., Smith, K.P., Liggett, L.A., Gomez, E.B., Galbraith, M.D., et al. Trisomy 21 consistentlyactivatestheinterferon response. 2016; eLife. 5.

Este artículo “La importancia del sistema inmune en las personas con síndrome de Down”, fue escrito y publicado por la galardonada revista Down Syndrome World ™, una publicación de la Fundación Mundial del síndrome de Down. Traducción al español dentro del proyecto PerMondo para la traducción gratuita de páginas web y documentos para ONG y asociaciones sin ánimo de lucro. Proyecto dirigido por Mondo Agit. Traductora: Candela Gómez Sancecilio. Revisora: Gema García Crespo.

 

 

 

 

Las dudas planteadas tras el nacimiento de mi hijo con síndrome de Down

 

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Escrito por Alethea Mshar

Traducido por Alba Cordero Chaparro

Descubrimos durante el parto que nuestro hijo Alex tenía  síndrome de Down. A pesar de que el neonatólogo nos dio la noticia con una actitud feliz tras una cesárea urgente, nos dejó boquiabiertos. Esa noche,  no podíamos dejar de pensar, pero después, cuando me calmé, los enfermeros me llevaron a ver a nuestro hijo, y en ese momento pensé que quizás todo iría bien.

A la mañana siguiente, mi marido se levantó con una sonrisa, palabras de ánimo y un montón de libros, y pensé que quizás todo iría bien.

Llegué a casa desde el hospital a la habitación del bebé, pero sin él, y me pregunté si todo iría bien?

Le dieron de alta y pensé que quizás todo iría bien.

Tuve problemas para extraer la leche materna y darle de comer, y me pregunté si todo iría bien?

A las 6 semanas pude agarrarlo y darle de mamar, y pensé que  quizás todo iría bien.

En realidad, el nunca gateó, y me pregunté si todo iría bien.

Empezó a andar a los 19 meses, y pensé que  quizás todo iría bien.

Poco a poco fue aprendiendo palabras y símbolos, y pensé que  quizás todo iría bien.

Empezó preescolar y retrocedió, y me pregunté si todo iría bien.

Y progresó poco a poco, y de algún modo, los interrogantes se esfumaron y las dudas se convirtieron en síes contundentes.

En este momento, Alex tiene 14 años, y no me he vuelto a preguntar si fue una mala noticia. En algún lugar del camino, aprendí que en ocasiones nos desviamos de la ruta planeada, pero siempre encontramos el camino de vuelta. Mi confianza se sustenta en la capacidad de navegar entre temporales, a pesar de que nunca podamos evitarlos. Aunque las cosas no están ahora muy bien, ellos lo están y lo estarán.

 

Artículo publicado originalmente en The Mighty, titulo en inglés The Moments I Knew It Would Be OK After the Birth of My Son With Down Syndrome

Traducción al español dentro del proyecto PerMondo para la traducción gratuita de páginas web y documentos para ONG y asociaciones sin ánimo de lucro. Proyecto dirigido por Mondo Agit. Traductor: Alba Cordero Chaparro. Revisora: Catalina Conde.

 

Impugnación a un ginecólogo obstetra graduado en Harvard sobre la ética al diagnosticar síndrome de Down.

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Por:  Jillian Benfield

Recientemente, la madre de un niño con síndrome de Down, Courtney Baker, escribió una carta a su anterior ginecólogo obstetra que adquirió una gran repercusión. En la carta expresaba la tristeza que sintió cuando al informar a su médico que continuaría su embarazo, éste le pidió que lo reconsiderara ya que el niño reduciría la calidad de vida de su familia.

Un poco después de que la carta se difundiera por internet, una ginecóloga obstetra graduada en Harvard, Amy Tuteur, escribió una respuesta en Time.com titulada “No analizar las complicaciones del síndrome de Down no es ético”. Como madre de un niño con síndrome de Down, estoy de acuerdo.

No es ético para un doctor evitar analizar las complicaciones asociadas con el síndrome de Down. Los niños con síndrome de Down probablemente sufrirán retrasos en su desarrollo, son más propensos a sufrir problemas cardíacos, necesitan ser examinados cada seis meses por complicaciones con la  tiroides, entre otras complicaciones en potencia de salud. Todo ello son cosas que los futuros padres deben saber.

Sin embargo, aún menos ético que no explicar a los padres las posibles complicaciones, es decir a una madre que su hijo reducirá su calidad de vida.

Aún menos ético que eso es intentar influir a un paciente para que interrumpa su embarazo por una opinión personal sobre cómo un diagnóstico de síndrome de Down puede impactar a la familia.

La historia de esta madre es bastante frecuente. Cuando nuestro doctor nos dijo a mi marido y a mí que nuestro hijo nacería con síndrome de Down, nos dio las dos típicas opciones: aborto o continuar con el embarazo, pero también nos dio una sorprendente tercera opción. Dijo: “No tenéis que ser héroes. Podéis tener vuestro hijo aquí (donde no había unidad de cuidados intensivos para neonatos, y aparentemente nuestro hijo tenía una posible deficiencia cardíaca), podemos hacer que el niño este cómodo, pero no hacer nada excepcional que pudiera prolongar la vida del bebe”.

Os cuento esta historia porque es la razón por la que me convertí en directora de comunicaciones para Down Syndrome Diagnosis Network (DSDN). Somos una organización dedicada a crear un diagnóstico imparcial orientado a la familia que contiene información actualizada sobre el síndrome de Down. DSDN es también una red de apoyo para nuevos padres. Afortunadamente, vemos muchas historias positivas de diagnósticos en nuestra organización, pero desafortunadamente, también vemos muchas negativas, como la mía o la de los Bakers. Algunas investigaciones demuestran que solo un 11% de las mujeres que reciben un diagnóstico prenatal consideran su experiencia como positiva.

En el fragmento de Tuteur, se argumenta que definitivamente existe una manera equivocada de dar el diagnóstico,  pero es muy difícil acertar a la hora de comunicarlo, ya que cada paciente tiene un origen y unas creencias diferentes. No obstante, Baker, en su carta, no habla acerca del diagnóstico, sino que habla de lo que vino después: un claro perjuicio de que el síndrome de Down afectaría su familia de manera negativa, que el síndrome de Down significaba una menor calidad de vida, una vida que no merecía la pena ser vivida.

¿Quién es  quien para decir que una persona con síndrome de Down tendrá una menor calidad de vida, cuando un reciente estudio descubrió que un 99% de la gente era feliz con su vida? En lo que se refiere a calidad de vida para la familia, 96% de los hermanos dijeron sentir amor por sus hermanos con síndrome de Down, y existen estudios que demuestran que las tasas de divorcios son mas bajas en familias que tienen un niño con síndrome de Down.

El síndrome de Down tiene lugar en uno de cada 691 nacimientos. Es una condición genética común, cada vez más detectable durante el embarazo. Los ginecólogos y obstetras tienen la responsabilidad de comunicar el diagnóstico con la más actualizada información y sin prejuicios. Hay protocolos oficiales sobre cómo hacer esto, pero claramente, éstos no están siendo seguidos en la mayoría de los casos, y con certeza, no en el caso de Baker. Todo esto no es una sorpresa considerando que un 40% de los médicos en formación, consideraron que su preparación para el diagnóstico del síndrome de Down fue “poco adecuada o inexistente”. En una encuesta anónima, solo el 63% de los médicos dijo que intentaron ser imparciales, mientras el 13% de los doctores admitieron enfatizar los aspectos negativos del síndrome de Down, para que los padres eligieran terminar con el embarazo.

Esperemos que la atención creada sobre la historia de Baker ayude a poner este problema de manifiesto. A pesar de ser el síndrome de Down una de las características genéticas más común en ser diagnosticada prenatalmente, y a pesar de los protocolos que deben seguir los médicos, existe una clara brecha en lo que se refiere a comunicar adecuadamente el diagnóstico del síndrome de Down. Nadie puede determinar cómo la calidad de vida de una familia cambiará por un bebé, ni siquiera si ese bebé tiene síndrome de Down.

 

Este artículo fue tomado de The Mighty:  A Rebuttal to a Harvard-trained OB-GYN on Down Syndrome Diagnosis Ethics

Traducción realizada por Cristina Sevilla, de inglés a español, dentro del proyecto PerMondo para la traducción gratuita de páginas web y documentos para ONG y asociaciones sin ánimo de lucro. Proyecto dirigido por Mondo Agit. Revisión realizada por Silvia Rodríguez Sanz.